domingo, 2 de septiembre de 2012

Yo te esperare, siempre aquí estaré 

Piensas en tantos momentos vividos y te das cuenta de que todo 

ha merecido la pena. Ni un solo instante de todos es para decir: 

“Mejor borrarlo porque vaya pérdida de tiempo”.


Y todo ¿por qué? Muy fácil, la explicación es muy sencilla. Hay 

ciertas personas que hacen que todos esos momentos sean 

maravillosos, unas más que otras, pero todas contribuyen a 

hacerte feliz y afirmar: “Sí, ha merecido la pena”.

Por eso, es una lástima, una auténtica penuria separarte de esas 

personas por tu forma de pensar o porque la forma de pensar de 

ellas no sea de tu agrado.

Si pones en un lado de la balanza los momentos vividos con esas 

personas y los momentos malos por la divergencia de pensamientos, 

la balanza claramente se decanta hacia el primer lado. Y yo 

pienso seguir viviendo esos momentos hasta que se pueda, porque 

tarde o temprano se acabará, y todo llegará a su fin.